Parece ser que, tal y como prometía, el Dreambeach se ha superado este año. Además de las actuaciones soberbias que hemos podido presenciar y que os comentamos más detalladamente bajo estas líneas, vimos cómo han mejorado las instalaciones y organizado todo para que el evento se desarrollasen de la mejor de las formas posible y sin apenas incidencias.
Dreambreach volvió a sumar un nuevo récord de asistencia en su cuarta edición alzándose con una cantidad cercana a las 160.000 personas a repartir entre los cuatro días que duró su celebración y por el que, un año más, han pasado artistas de primer nivel mundial. A pesar de algún que otro problema con el sonido y solapamientos varios, la evolución de cada uno de los escenarios fue más que notable con respecto a años anteriores, sobre todo a nivel de imagen, un apartado en el que el Brugal Stage llegaba incluso a recordar al escenario principal del Ultra Music Festival de Miami de 2015.
La organización ha prometido una nueva edición en 2017, algo que nos alegra y mucho. Pero vamos a por el 2016…
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